domingo, 25 de julio de 2010

La nomenclatura del pueblo

La nomenclatura del pueblo
Escrita el 4 de julio de 2010

Es probable que a otras personas les resulte como a mí que esta palabra suena medio rara, pero se refiere solamente al nombre de las calles y la numeración de las viviendas. Este es un tema del que había querido escribir desde hace bastante tiempo, pero me había detenido por no tener a la mano suficiente información, incluyendo un plano del pueblo. Sigo sin tener esa información, pero esperaría que quienes lean este escrito puedan colaborar conmigo para completarla.

Según mis recuerdos, la nomenclatura de las calles del pueblo se derivó de la introducción del servicio de electricidad, hacia 1966. Suena lógico pensar que para poder dar el servicio a cada una de las viviendas era necesario identificarlas oficialmente, de otra forma después no iban a poderse expedir los recibos cada dos meses.

No sé cómo se presentó la situación, pero me imagino que el Delegado Municipal, que tengo la idea era Basilio Valdivia en esa época, tuvo la instrucción de que se requería establecer la nomenclatura del pueblo y solicitó apoyo de quien pudo. En este caso, acudió a mi tío Beto, quien tenía mucha capacidad de trabajo y una habilidad práctica innegable para este tipo de cosas.

Recuerdo haber visto que a la casa de mis primos llegó una buena cantidad de lámina, que mi tío y los hijos mayores ayudaron a cortar en rectángulos de un mismo tamaño y luego a pintar con una base que recuerdo era un azul de tono oscuro. Tengo en mi mente la imagen de docenas de estos rectángulos puestos a secar al sol. Aunque el pueblo no es muy grande, hay calles que tienen varias esquinas y había que preparar un rectángulo para cada una de ellas.

Pero la parte que me parece más interesante de este proceso es la de la definición de los nombres que les pondrían a las calles. Seguramente no se dispuso de mucho tiempo, ni hubo una consulta pública y me imagino que fue en la casa de mi tío Beto en donde se tomó nota de cuáles serían los nombres que las calles de nuestro pueblo llevarían en adelante. No sé si en algún momento hubo oportunidad de tomar la opinión de algunos de los profesores de primaria del pueblo, que serían las personas más cultas.

Me pregunto cómo le hacía la gente, antes de que las calles tuvieran un nombre oficial, para referirse a alguna casa o parte del pueblo. Me imagino que lo que se diría sería algo así como: “ahí por donde vive don fulanito”; o ahí enfrente de “La Parota” o algún otro árbol fácil de distinguir. El problema de tener como referencias nombres de personas es que luego no se actualizan constantemente, es el caso de la esquina de Martín Torres, a la que se le sigue llamando así a pesar de que el señor tiene más de 30 años que falleció. Por cierto, a la calle que luego se le asignó el nombre de Hidalgo se le llamaba desde antes “la calle de abajo” y por mucho tiempo después se le siguió llamando así.

A falta de detalles sobre lo que realmente sucedió, no nos queda más que imaginar cómo se dieron las cosas. Yo supongo que mi tío Beto, el comisario Basilio Valdivia y otras gentes que se agregaron, entre ellos mi papá, opinaron sobre los nombres más convenientes para las calles del pueblo. Supongo también que las fuentes en las que se basaron fueron sus conocimientos de la historia de México y tal vez los ejemplos de otros pueblos, como Poncitlán o ciudades grandes, como Guadalajara.

En los nombres que forman parte de la nomenclatura se nota que prevalecen los héroes de la historia patria. Eso sí, se nota que se buscó encontrar un equilibrio y asignar nombres relacionados con los tres grandes momentos de la historia del país: la Independencia, la Reforma y la Revolución, aunque sin dejar de incluir nombres sobresalientes de nuestra época pre-colonial. Recuerdo que hay una calle Cuauhtemoc y otra Cuitláhuac, pero en este momento no podría decir en dónde se encuentran. Ojalá si alguien lee este escrito y recuerda la ubicación de algunas calles, nos complemente esta información.

La calle principal del pueblo, o sea donde se encuentra la plaza pública y el templo, es la Juárez, como sucede con muchos pueblos. Podríamos decir que también en Guadalajara la calle Juárez es la principal, aunque luego tiene varios nombres. La siguiente en importancia por la extensión sería la Hidalgo, que viene siendo la “calle de abajo”.

Otros héroes de la independencia que recuerdo serían Morelos y Allende, aunque tampoco tengo cierto en donde están esas calles. Tal vez haya también una calle Aldama y otra de Abasolo. Me gusta que en el pueblo haya una calle dedicada a Javier Mina, un español que jugó un papel muy importante para la conclusión de la Independencia; si no recuerdo mal, esta calle es la que sale de la Casa de la Máquina y se prolonga hacia el poniente, pasando por las casas de Don Felipe Beltrán, Florencio Vera y más adelante hasta llegar a la parte de atrás de las casas de Don Toño Muñoz y Don Germán Hernández.

También me da gusto que haya una calle dedicada a Don Pedro Moreno, un héroe de la Independencia más cercano a los jaliscienses, pues luchó en la zona de los Altos de Jalisco, por eso la ciudad de Lagos de Moreno lleva su nombre. Esta es la calle paralela a la Juárez, hacia el sur y se acaba cerca de la casa de Goyo Beltrán.

No sé porque tengo la idea de que no se incluyó el nombre de Doña Josefa Ortíz de Dominguez, que tal vez sería la heroína más conocida en toda la historia de México, pero tiene la desventaja de contar con un nombre demasiado largo. A lo mejor la que salió beneficiada en este aspecto fue Leona Vicario. No me parecería raro que otros personajes célebres de nuestra historia también fueron descartados por tener la mala suerte de que su nombre no cabría en el cuadrito.

De los héroes de la Reforma, tenemos a Melchor Ocampo, que es la calle que pasa por la esquina de la tienda que perteneció a mi tía Félix y luego a mi familia. Esa calle llega hasta la escuela primaria y el campo de futbol, aunque tengo duda de si pasando la carretera se llama igual o si le cambiaron el nombre quienes fundaron la colonia que algunos llamaban “Azteca” y otros “Altamira”. Otro héroe de esa época es Juan Alvarez, nombre que se le puso precisamente a la calle que viene desde El Tanque y pasa por la plaza.

De la época revolucionaria, debe haber una calle dedicada a Madero y otra a Venustiano Carranza, tal vez también otra para Emiliano Zapata, pero realmente no recuerdo con certeza su existencia y menos tengo idea de dónde podrían estar ubicadas. La única que me parece más cierta es la de Alvaro Obregón, que sería la calle que baja de la terminal de autobuses hacia el frente del templo. Siempre tuve la idea de que en este caso de alguna manera se siguió el ejemplo de Poncitlán.

Una de las pocas calles que se sale de contexto es la de Juan Gil Preciado, que en realidad no tiene mucho de calle, pues es la que corre a lo largo de la carretera. Este nombre se le otorgó por el gobernador de Jalisco que benefició a nuestro pueblo, unos pocos años antes, con la introducción del sistema de agua potable.

Recuerdo que fue un domingo (aunque tal vez se requirieron varios) en que una cuadrilla de gentes, encabezada por el comisario, salieron a colocar los letreros con los nombres de las calles. En muchos casos, fue necesario que previamente un albañil hiciera una base sobre la que se colocarían las láminas, pues muchas paredes de adobe estaban demasiado disparejas.

Esta también fue la oportunidad de que se instalaran los números en el exterior de las casas. En muchas partes del pueblo solamente había corrales, así que los dueños tuvieron que calcular cuántas casas podrían construirse luego en su predio, para apartar los números correspondientes.

Mi tío Beto también ofreció el servicio de vender los cuadritos con los números que identificarían las casas. Eran hechos de cerámica, cemento blanco o algo parecido y realmente bastante sencillos. Recuerdo que incluso mi tío y mi papá hicieron algunas pruebas para ver si se podían fabricar algunos parecidos, pero al parecer no resultó muy redituable y no se hizo.

Estoy convencido de que quienes prepararon la nomenclatura del pueblo hicieron un muy buen trabajo, tanto en la instalación de las láminas, como en la selección de los nombres. He conocido muchos pueblos y barrios en diferentes ciudades del país y puedo decir que, al menos al principio, nuestro pueblo tuvo una buena nomenclatura. Las láminas con los nombres duraron muchos años, fueron sustituidas en su mayoría unas dos décadas después, porque a algún Presidente Municipal se le ocurrió que valía la pena hacer el cambio o tal vez porque fue un trabajo que se hizo en todo el país cuando se estableció el sistema de códigos postales, pues en adelante las láminas ya tendrían ese dato, lo cual no dejaba de parecerme ocioso, pues todo el pueblo tenía el mismo código postal.

Han surgido algunos barrios nuevos en el pueblo, pero no sé cuáles hayan sido los nombres seleccionados para nombrar las calles. Yo me quedé con la idea de que sería bueno que en el pueblo hubiera una calle en honor de López Mateos, que era el Presidente de México en aquellos tiempos y ha sido uno de los mejores que hemos tenido. También me gustaría que hubiera una calle dedicada a Lázaro Cárdenas, pero cuando se hizo la nomenclatura aún vivía y como que el criterio que prevaleció fue usar nombres solamente de héroes difuntos. Algo que también faltaría es una calle asignada a un héroe o personaje de nuestro pueblo, algo que si existe en Poncitlán, en donde hay una calle dedicada a un músico que ahí nació o al menos ahí vivió.

En todo esto, sin embargo, mi experiencia es que es difícil complacer a todo mundo, además, nuestro pueblo no crece tan rápidamente como para dar espacio a muchas opiniones. Lo que sí creo es que éste es un tema que debería ser de interés general y suscitar una participación de todos los sanmiguelenses.

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