sábado, 17 de abril de 2010

San Miguel Arcángel






San Miguel Arcángel es el patrono de nuestro pueblo desde algún momento del Siglo XVI.

En este texto la idea es presentar algunos datos generales de nuestro patrono, que espero no sean demasiado conocidos. Pero si así lo fueran, pienso que no está por demás recordarlos permanentemente.

De niño, me emocionaba bastante escuchando la forma en que el Padre Reynaldo Flores hablaba de la rebelión que hubo en tiempos inmemoriales en el Cielo, cuando Luzbel, uno de los arcángeles más bellos y preferidos de Dios, invadido por la soberbia, quiso en algún momento destronarlo, al frente de un ejército de ángeles seguidores.
Luzbel trató de convencer a San Miguel de unirse a él, pero nuestro patrono se mantuvo leal al Creador y con su ejército venció al de Luzbel.

Al escuchar este relato mi mente trataba de formarse una imagen de cómo se dieron los hechos: los escenarios, las posibles armas, la forma en que estaban vestidos los ángeles, Dios, Etc. Algo que me costaba trabajo entender era cómo los ángeles podrían cometer el pecado de la ira, pues uno supone que para pelear hay que estar enojado.

Todos los domingos, al final de la misa, el padre recorría el templo para recoger la limosna en una especie de cenicero grande, al mismo tiempo que recitaba una oración dedicada a San Miguel:

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha.
Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio.
Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica.
Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.


Los siguientes datos sobre San Miguel están tomados de una Enciclopedia Católica disponible en: http://ec.aciprensa.com/a/arcamiguel.htm

(Hebreo “¿Quién es como Dios?”)

San Miguel es uno de los principales ángeles; su nombre era el grito de guerra de los ángeles buenos en la batalla emprendida en el cielo en contra del enemigo y sus seguidores. Su nombre se encuentra cuatro veces en la Escritura:

Daniel 10, 13 ss., Gabriel le dice a Daniel, cuando éste le pide a Dios que permita a los judíos volver a Jerusalén: “El príncipe del reino de Persia me ha hecho resistencia durante veintiún días, pero Miguel, uno de los Primeros Príncipes, ha venido en mi ayuda”;

Daniel 12, 1 el Ángel hablando del fin del mundo y del Anticristo dice: “En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran Príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo.”
En la Epístola Católica de San Judas 1, 9: “En cambio el arcángel Miguel, cuando altercaba con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés, no se atrevió a pronunciar contra él juicio injurioso, sino que dijo: «Que te castigue el Señor».” San Judas alude a la antigua tradición judía de una disputa entre San Miguel y Satán sobre el cuerpo de Moisés, lo cual también se puede encontrar en el libro apócrifo de la asunción de Moisés (Origen, "De principiis", III, 2, 2). San Miguel concilió la tumba de Moisés; sin embargo Satanás al destaparla, trató de seducir al pueblo judío al pecado de la adoración heroica. San Miguel también resguarda el cuerpo de Eva, de acuerdo a la “Revelación de Moisés” (“Evangelios Apócrifos”, etc., ed. A. Walker, Edinburgh, p.647).

Apocalipsis 12, 7, “Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron con el Dragón.” San Juan habla del gran conflicto al final de los tiempos, que refleja también la batalla en el cielo al principio de los tiempos. De acuerdo a los Padres existe frecuentemente controversia de San Miguel en la Escritura donde no se menciona su nombre. Dicen que era el querubín que estuvo en la puerta del paraíso, “para guardar el camino del árbol de la vida” (Gen 3, 24), el ángel a través de quien Dios publicó el Decálogo para su pueblo escogido, el ángel que se puso en el camino para estorbarle a Balaam (Números 22, 22 ss.), el ángel que hirió al ejército de Senaquerib (II Rey 19, 35).

Según estos pasajes de la Escritura, la tradición cristiana le da a San Miguel cuatro oficios:
1. Pelear en contra de Satanás.
2. Rescatar a las almas de los fieles del poder del enemigo, especialmente a la hora de la muerte.
3. Ser el defensor del pueblo de Dios, los judíos en la Antigua Ley y los cristianos en el Nuevo Testamento, por tanto es patrono de la Iglesia y de las órdenes de caballeros durante la Edad Media.
4. Llamar de la tierra y traer las almas de los hombres a juicio.

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